Predicas para Jovenes

sábado, 15 de mayo de 2010

BOSQUEJO BIBLICO - Servicio

Servicio

Proverbios 3:9-13

Agradar: Complacer, contentar, gustar. Sentir agrado. Muchas personas piensan que pueden agradar a Dios con algunos ritos como ( golpes con látigos, clavándose en una cruz, dando su vida a la esclavitud, gastando tantísimo dinero por agradar al hombre). La actitud de un genuino hijo de Dios es que le agrada a su Señor en:

I. La honra Honra a Jehová con tus bienes, Y con las primicias de todos tus frutos

a. Debemos de honrar a Dios con nuestros bienes. Todo lo que tenemos le pertenece y nosotros no somos más que mayordomos.

b. Responsables de la administración.

c. Los israelitas daban lo primero de sus cosechas, vino, trigo ( Lev. 23:10; Números 18:12-13).

d. Primicias se refiere a la práctica de dar para el uso de Dios la primera y mejor porción de la cosecha (Deuteronomio 26.9–11).

e. Muchas personas le dan a Dios las sobras. Si pueden donar algo, lo hacen. Muchos quizás sean sinceros y contribuyan con agrado, pero su actitud, sin embargo, indica lo contrario.

f. Es mejor dar a Dios la primera parte de nuestras entradas. Esto demuestra que Dios, no las posesiones, tienen el primer lugar en nuestra vida y que nuestros recursos pertenecen a Él (solo somos administradores de los recursos de Dios).

g. Dar primero a Dios nos ayuda a conquistar la ambición, administrar debidamente los recursos de Dios y nos abre la puerta para recibir sus bendiciones especiales.

II. La obediencia Job 5:17

a. No menosprecies... ni te fatigues: Significa, no rechaces ni te apartes. La corrección de Dios, por dura que sea, prueba su amor e interés por los seres humanos.

b. El cristiano debe de someterse a la disciplina de Dios.

c. En otros lugares la disciplina se toma como maltrato, regaños, pero en realidad conlleva todo lo relacionado con la educación del niño o sea instrucción, consejo, ánimo, Corrección y castigo.

d. La disciplina es una prueba de amor, no de enojo, y la corrección es hijo de que se es hijo.

e. Para muchas personas, castigo tiene una connotación negativa debido a que algunos de los que los aplican no son moderados. Dios, sin embargo, es la fuente del amor. No nos castiga porque disfrute hacernos sufrir, sino porque está muy preocupado por nuestra madurez. Sabe que para lograr ser moralmente fuertes y buenos, debemos aprender la diferencia entre el bien y el mal. Su amorosa disciplina nos permite hacerlo.

III. Resultados de lo que agrada a Dios.

10, 12 Y serán llenos tus graneros con abundancia, Y tus lagares rebosarán de mosto. Porque Jehová al que ama castiga, Apoc 3:19 Como el padre al hijo a quien quiere. Heb- 12:5-6

a. Dios les promete derramar más bendiciones de la que pueden albergar ( Mal.3:10; Deum. 28:8,12)

b. Es difícil saber cuándo Dios nos ha estado disciplinando, hasta que más tarde volvemos a mirar la situación pasada.

c. Por supuesto, no todas las cosas malas que nos suceden provienen de Dios directamente. Pero si nos rebelamos en contra de Dios y nos negamos a arrepentirnos cuando Él identifica algún pecado en nuestra vida, es posible que Dios use la culpabilidad, las crisis y las malas experiencias para llevarnos de nuevo a Él. A veces, sin embargo, los tiempos difíciles surgen cuando no hay algún pecado flagrante en nuestra vida. Entonces nuestra respuesta debe ser paciencia, integridad y confianza de que Dios nos mostrará qué hacer.

Conclusión:

Agrademos a Dios en todo lo que hacemos. El cristiano debe de honrar a su Señor en todo.



Autor: David Jonathan Batres Solares
Ministerio: Ministro Evangélico

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